BEDA y sus alas... o fantasmagórica alucinación de un sueño...quizá

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alguna vereda, conducía hacia el pequeño escenario, cubierto de alusiones a sueños y momentos dinámicos, la vereda llegaba y con la vereda subí esas gradas, un café, y la historia kitocinefiliterata comenzaba entre manchas y sonidos.


Sin ánimo de sorprender, ni de buscar nada, o mas bien sí, constante búsqueda de un algo, pero aquel algo, no distante, y a la vez fulminante, no sólo recuerdos, sino personas, vivas, aludiendo tal vez, a que se sienten, y cuando se sienten, penetran más allá de lo sentido ya, pero la búsqueda, eso de buscar si se vuelve difícil, aleatorio a veces, cansado otras, aburrido muchas, vanas casi todas, pero quedan siempre las necesarias que no precisamente son las que debo.
Y así comenzaba entre oscuras sombras y cortinas, con el murmuro de la gente por delante, y entre esos murmullos, varios, desconocidos, conocidos, extraños, y luego el sonido un poco más estilizado quizá, con ya movimientos en blanco y negro, con siluetas flotantes, con miradas calladas, con sonrisas ocultas, ya habían varias fotos, pero no las sentía, quería ser parte de ellas, no lo lograba, pero lo intentaba, perderme en los alucinantes movimientos tan estilizados y exquisitos, tan gustosos de saber que se movían, que ¡danzaban!, gritaban, nos gritaban, y a la vez nos miraban, se escondían, pero no paraban, y en las ideas quedaban las preguntas, y el sueño se vivía, se sentía, se callaba.

Ahora los colores, y las sombras aún de negro, y las ¡velas!, él, más saltos, que perfecta armonía dentro de las líneas que seguían flotando, seguían gozando de lo que hacían, de lo que les permitían hacer, sin embargo, la sonrisa se mostraba, no se ocultaba y sonreía, era perfecto, era único y cercano. Ahora el blanco, y las sombras seguían sombras, ahora eran tres sombras, y las estrellas, su "proyección", su lenguaje, tu lenguaje, mucha voluntad, bien librada de las equivocaciones ocasionales.

¿un intermedio?, el baño, ocupado, el café vacío, la cámara apagada, las luces brillantes, la gente, eso sí la gente, el vestuario, atrás, descanso, relajación, tensión, aglomeración, colores y el blanco, o el negro, pálidos, brillantes y con su propio sonido, "por favor apaguen sus celulares".

¡yo sé mucho de la cultura árabe!, pero que magia, que movimientos, que estético, que puro, que ¡hermoso!, que linda la chiquita, y el silencio devino como suerte oportuna a tanto hablar sabiondo y bien arreglado.

Pequeña, verde y danzante, suerte de espíritu genético en movimientos estremecedores o mas bien, catárticos.

Foco= no sé
REC= ON
Efecto=alguno

y no me sentía, sólo asentía, y danzaban las ideas, las puras ideas que se descartaban a cada final, se entretenía la imaginación. No hay foto, hay imágenes, hay movimiento, hay sensibilidades, hay sentimientos, hay ideas, hay pensamientos, hay nervios, hay cansancio, ¡hay danza!, ¡ay danza!.

Ahora las alas, doradas, brillantes, enormes alas, mágicas y sencillas, impregnadas de aquella diosa, y las alas dejaban volar sus movimientos, ahora no flotaba, ya volaba, pero no se iba, sólo volaba, y como una especia de transfiguración miraba, y
giraba
giraba
giraba giraba
giraba giraba
giraba giraba giraba
giraba giraba
giraba giraba
giraba giraba
giraba

sus alas, ¡danzan!, y ¡danzarán!, pero sobre ¡danzaron!, permanecieron y me dejaron salir, con el gracias, un par de aplausos y un vidrio al frente, donde el letargo se profundizaba en el agonizante cierre de sus alas.

No faltaba, que la muerte danzó también, en formas que enceguecían, en un negro profundo, con una inmensa tristeza y su sonrisa.

se apaga la noche, se cierran las alas, y quedó la vereda de camino...


gracias, por las miradas y las voces, al final la foto no se permitió mirar.

todo fue quizá, una fantasmagórica alucinación de un sueño en la foto.


1 comentarios:

Salomé Andrade dijo...

buen texto viejo!!! que buen texto el parrafo de: No faltaba, que la muerte danzó también, en formas que enceguecían, en un negro profundo, con una inmensa tristeza y su sonrisa.
se apaga la noche, se cierran las alas, y quedó la vereda de camino...
me llevo a la eterna borrachera de viernes, esa en la que estas con mis amigos, mil personas y bailando solito en un mar de caras, por que la gente que pasa no te mira cuando las miras... sino has la prueba!