Ninguna clase de despedida, más bien re-encuentro

|
Esta noche ciertamente he tenido un propóisto, quizás no firme como debería, pero al menos ahora tengo la ocupación de una necesidad, no quiero que las frases se queden en aislante de acrílico o alguna sustancia etérea (un monómero por ejemplo), ahora se acerca el abrazo (ha pasado) ese de los encuentros deseados, en el que uno se siente cómodo, puede pensar porque se piensa, se siente también, se vuelve a escuchar, se reconoce voces, actitudes y silencios, silencios dilatados por espacios de ideas, ¿no sé que nos mueve?; es tiempo de revelarse, de volver al autoconocimiento, a la esencia pura, a la otrora, no volver a recuerdos, más bien volver de recuerdos y ser con el tiempo; un fragmento de algo, es lo que nos une, trozos de confianza, idea sobre otra idea, pensamiento tras sonido, silencio delante de idea.

Insisto no estaré. Quiero estar
te siento. No te mueves.
Y estás.
No me voy (no insisto)
Solo miro. Solo pienso
Pero dentro de mi permaneces
No te canses. No dejes de estar en ti
porque me pierdo en mi

1 comentarios:

David Garzón F dijo...

nos perdemos en nosotros... dentro del tiempo.

De pronto se escucha al fondo, alguien, ahí, pequeñito, gritando. Lo que pasa es que no quiere salir, sino que nos está llamando....